El valor de la canasta alimentaria para zonas urbanas se ubicó en mil 517 pesos mensuales durante agosto, lo que implicó un aumento de 24.4 pesos o 1.6% respecto al mes previo, reportó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Se trató del alza más alta de los últimos 12 meses, con lo que el costo de los bienes con el mínimo de nutrientes que una persona debe consumir al mes para no morir de hambre acumuló un aumento de 25 pesos o 1.7% frente al cierre del año pasado.
En el acumulado a agosto, los bienes que más han aumentado su precio fueron la naranja, la papa y la manzana; mientras que los que más han visto reducir su precio han sido el jitomate, el promedio de distintos chiles como el jalapeño, serrano y poblano, y el huevo.
La importancia del costo de la canasta alimentaria, conocido también como línea de bienestar mínimo, radica en que es el umbral que utiliza el Coneval para definir la pobreza extrema por ingresos en su medición multidimensional.
Además, se relaciona con el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza, cuyo último reporte indicó que en el segundo trimestre de 2018, 38.5% de la población, equivalente a 49 millones 945 mil mexicanos, tiene un ingreso por trabajo inferior al costo de la canasta alimentaria.
Los valores de agosto de la línea de bienestar mínimo y la línea de bienestar son los que usará el Coneval para la medición de la pobreza multidimensional de 2018.
Así, la pobreza para el último año de este gobierno será evaluada con los siguientes valores: para la línea de bienestar mínimo, 1,073.69 pesos al mes por persona en zonas rurales y 1,516.62 pesos para zonas urbanas; y para la línea de bienestar, serán 1,941.01 pesos para zonas rurales y 3,001.17 pesos para zonas urbanas.