Al menos 32 personas murieron y otras 130 resultaron heridas por un atentado suicida en la oriental provincia afgana de Nangarhar, ocurrido en medio de una manifestación para exigir el despido de un jefe de la policía.
El atentado se registró alrededor de las 13:00 hora local en la zona de Daki del distrito de Momandara, en la carretera que une la ciudad de Jalalabad, la capital provincial, y el cruce de Torkham, fronterizo con Pakistán.
“Un terrorista suicida atacó a un grupo de hombres que exigía el despido de un comandante de la policía local”, informó Attaullah Khogyani, portavoz del gobierno de Nangarhar, en declaraciones a la agencia informativa Pajhwok Afghan News (PAN).
El atacante detonó su carga explosiva en medio de cientos de manifestantes del vecino distrito de Achin, que se reunieron en Momandara desde temprana hora para exigir el despido de Bilal Pacha, un comandante de la policía local.
“Treinta y dos personas murieron y al menos 130 personas resultaron heridas en la explosión. Todas las personas asesinadas en el ataque fueron civiles”, dijo Khogyani.
Los heridos, agregó el funcionario, fueron llevados al Hospital Zonal de Jalalabad, al Hospital Fatima Alzahra y al hospital del cercano distrito de Ghanikhel.
Chaqandar Shinwari, un testigo presencial del ataque, relató que el terrorista suicida descendió de un vehículo modelo Corolla y luego se mezcló entre la multitud para hacer estallar sus explosivos, que llevaba ocultos entre su ropa.
Ningún grupo insurgente hasta ahora se ha atribuido la responsabilidad de este nuevo ataque, ocurrido horas después de la explosión de una bomba a la entrada de la escuela femenina “Malika Omaira” de Jalalabad, donde una menor de 14 años murió y cuatro personas resultaron heridas.
En un comunicado, el presidente afgano, Ashraf Ghani, condenó el ataque suicida y las detonaciones en instituciones educativas y pidió a su gabinete a tomar medidas inmediatas para tratar a los heridos y ayudar a las familias de las víctimas.
“La guerra impuesta a nuestro país es totalmente ilegítima, y atacar instalaciones civiles, mezquitas, a mujeres, niños y gente común es un crimen contra la humanidad”, subrayó el mandatario en su declaración, publicada por el Palacio Presidencial.