Pequeños productores de aguacate ponen el ejemplo y por segundo año consecutivo comenzaron con una campaña de reforestación.
Plantarán unos 40 mil arbolitos, de los cuales los primeros tres mil están destinados al ejido Zumpimito, en donde como consecuencia de los incendios forestales, se siniestraron aproximadamente 20 hectáreas, que estaban pobladas con pinos jóvenes y con otros que tenían hasta 100 años de antigüedad.
El pasado sábado unas 50 personas, entre hombres, mujeres y niños trabajaron para restablecer el bosque, que además de los incendios, ha sido dañados con tala y el avance de la mancha urbana, a grado tal, que de acuerdo a lo dado a conocer por los propios ejidatarios, ya se nota el deterioro de los manantiales, como el ojo de agua de San Antonio, cuyo aforo se ha reducido considerablemente.
Esta faena de trabajo fue convocada por la directiva de la Junta Local de Sanidad Vegetal de Uruapan, pequeños productores de Aguacate y ejidatarios, quienes se organizaron no solamente para reforestar, sino como lo informaron ellos mismos, para con sus acciones, concientizar a la ciudadanía y a los productores de diversos cultivos en general, sobre la necesidad urgente de repoblar los páramos carbonizados con las fábricas de oxígeno y agua, que son los pinos.
El presidente de la Junta Local de Sanidad Vegetal, Iván Vargas Aguilar, informó que para esta tarea se convocó a pequeños productores de aguacate y directivos del mencionado organismo auxiliar para colaborar con los ejidatarios de Zumpimito.
Manifestó también que los pequeños productores están pugnando por un cambio de esquema y por establecer definitivamente que el generar fuentes de empleo no tiene ser una actividad que atente en contra de los bosques.
Explicó que para lo que fue la segunda reforestación consecutiva organizada por la junta, se destinaron al predio La Frescura, 3 mil pinitos, de un total de 40 mil que fueron distribuidos entre pequeños productores de este municipio para ayudar a renovar aquellos predios que en la pasada temporada de secas fueron dañados por el fuego.
A su vez, el ejidatario Iván García Carrillo, lamentó que fueron más de 20 hectáreas pobladas con pinos que se convirtieron en carbón y que de inmediato se notó que al faltar los pinos jóvenes y centenarios que fueron presa de las llamas, comenzó a secarse el manantial San Antonio.
Mientras tanto, el vocal de la JLSV Martín Toral Cirilo, dijo que lo más importante es concientizar a los pequeños productores acerca de que se requiere de sustentabilidad ambiental y planteó que restaurar bosques que han sido dañados es responsabilidad de toda la sociedad, a fin de preservar los recursos naturales.