La Sociedad se Organiza Para Apoyar a don Genaro, ya que Está Enfermo

La sociedad se está organizando para apoyar a un personaje muy querido en esta ciudad. Se trata de don Genaro, el de los raspados, quien actualmente se encuentra enfermo y calcula que no podrá trabajar, sino hasta diciembre.
A través de las redes sociales, el grupo Uruapan Tierra P’urhépecha, que administra Alan David Ontiveros, convocó a la ciudadanía para que lo apoyen, así que de manera pública está reuniendo fondos para que le sean entregados a Don Genaro, el próximo domingo 27 de este mes.
El nombre completo del hombre que ha cautivado a generaciones con sus raspados es Genaro Balderas Valle y es originario del Distrito Federal, que se crió en el Estado de México y que llegó a Uruapan, porque unos familiares vinieron a radicar en esta ciudad.
Se inició en su oficio cuando tenía 17 años, en 1943, por lo que ahora tiene 74 años vendiendo raspados y cuenta con 91 años de edad.
Se inició en Independencia y Carrillo Puerto. Ahí estaba la tienda más grande de ese entonces, la de don Emilio Moreno. Ahí era el mercadito y ahí vendían todo. Esa era la Calle Real; la principal en ese entonces.
Entre 1945 y 1946 se instaló en ese lugar el Instituto Fray Juan de San Miguel, de niñas y por eso se fue a la calle de Aquiles Serdán, en donde duró entre cinco y seis años, para de ahí mudarse a Independencia y Juan Ayala, en donde duró hasta el 2008,cuando como parte del reordenamiento del comercio informal se trasladó al portal de la calle Ocampo.
Don Genaro es viudo, tiene cinco hijos y una hija, que con elabora las mieles de frutas que caracterizan el sabor de sus productos.
En una plática anterior don Genaro decía que Uruapan ha cambiado mucho y que «antes era un vergel este pueblo. El pueblo más bonito del mundo.
“Ahora va creciendo y van desapareciendo muchos encantos. Las calles empedradas, las casas de adobe…Muchas ya no existen. Ya no es ni la mitad del agua. Antes corría agua limpia por las calles”.
“En Isaac Arriaga venía la calle llena de agua, cristalina no creas que agua sucia de drenaje. Aquí en Pueblita había mucho agua. Brotaban los ojos de agua, que se fueron perdiendo”.
“¿Será la sobre población? Ya ves que los paracaídazos cómo caen. Se Acaban el monte, le prenden fuego y nos lo vamos acabando”.