El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ordenó la semana pasada revisar los teléfonos celulares de los empleados de la residencia presidencial para evitar filtraciones, informaron hoy varios medios en Estados Unidos.
Según la cadena CNN, Spicer convocó a los empleados en su oficina para trasmitirles su frustración por las filtraciones que se han producido desde que el presidente Donald Trump llegó al poder el pasado 20 de enero.
Los trabajadores fueron convocados a una «reunión de emergencia», aseguraron al diario Politico fuentes presentes en la sala, al precisar que tuvieron que dejar sus aparatos en una mesa para un «chequeo».
El portavoz advirtió a los presentes de que el uso de aplicaciones de texto codificado, como Signal o Confide, supone una violación de la ley, de acuerdo con la CNN, que cita «fuentes con conocimiento del asunto».
Después, Spicer, acompañado del abogado de la Casa Blanca Don McGahn, pidió a los empleados que facilitaran sus teléfonos para comprobar que ni usaban las citadas aplicaciones ni estaban en contacto con periodistas de manera privada.