El desfile de alebrijes monumentales será realizado el 21 de octubre por calles del centro de la Ciudad de México (CDMX).
Durante el festival se espera el recorrido de 200 coloridas esculturas populares, tradición que se realiza desde hace una década en la capital.
A partir de las 12:00 horas de ese día, las enormes figuras surrealistas elaboradas con cartón, papel, madera y otros materiales iniciarán su recorrido en el Zócalo, para continuar por las avenidas 5 de Mayo, Juárez y Paseo de la Reforma, hasta llegar a la glorieta del Ángel de la Independencia.
Luego del desfile, los alebrijes monumentales permanecerán en exhibición hasta el domingo 5 de noviembre en las aceras norte y sur de Paseo de la Reforma, entre las glorietas del Ángel de la Independencia y de la Diana Cazadora.
El desfile de los alebrijes es una fiesta organizada por artesanos de todo el país y por el Museo de Arte Popular, que además se encarga de exponer las piezas más destacadas en Reforma para que los capitalinos admiren, de manera gratuita, las majestuosas obras de arte en forma de seres imaginarios.
Los interesados en participar en este desfile tienen hasta el 28 de agosto para inscribir sus alebrijes, cuyo tamaño van de los dos metros de alto, 1.80 metros de ancho y 1.80 metros de largo, como mínimo, y de los 2.60 metros de alto, 2.30 metros de ancho y ninguna restricción de largo, como medidas máximas, por motivos de movilidad.
El alebrije es una artesanía mexicana elaborada de cartón, papel o madera con diferentes técnicas para su modelado y creación; pueden tener forma de animales, plantas u objetos, quizá de todos, pero decorados con imaginación y creatividad.
Don Nancho y su familia, ciento por ciento tepiteña, llevan muchos años dedicados a la elaboración de alebrijes, a los cuales consideran como sus “carnales pues surgen de sus sueños y de su creatividad, manifestados a través de sus manos y plasmados en papel periódico y alambre.
El septuagenario se dijo orgulloso de su talento y de su trabajo pero lamentó que las nuevas generaciones ya no se interesen por esta actividad, y aunque reconoce que no deja ganancias, sí le da mucho orgullo pues se trata de una tradición muy mexicana.
Señaló que no invierte mucho dinero en la elaboración de sus figuras pues los fabrica con cartón y papel que junta de los basureros o que le regala la gente de los comercios de la zona.