Autoridades estadounidenses de inmigración detuvieron en los últimos días a más de 680 inmigrantes en una serie de operaciones específicas en todo el país, informó hoy el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Los operativos se orientaron a detener inmigrantes con antecedentes delictivos y miembros de pandillas convictos, así como individuos que han violado las leyes de inmigración, incluyendo a quienes retornaron ilegalmente después de ser expulsados, según un comunicado del DHS.
Las sedes regionales de la Oficina de Inmigración y Aduanas en (ICE) en Los Ángeles, Chicago, Atlanta, San Antonio y la ciudad de Nueva York “arrestaron a más de 680 individuos” que amenazaban la seguridad pública, la seguridad fronteriza o la integridad del sistema de inmigración estadunidense, indicó.
Un 75 por ciento eran extranjeros criminales, condenados por delitos tales como homicidio, abuso sexual agravado, agresión sexual a un menor, actos lascivos con un menor, libertades indecentes con un menor, tráfico de drogas, asalto, manejar en estado de ebriedad y cargos por armas, dijo.
El DHS aseguró que el enfoque de estas operaciones represivas consiste en los arrestos de rutina y objetivo llevados a cabo diariamente por los equipos de Operaciones de Fugitivos del ICE.