Un grupo de senadores demócratas, apoyado por organizaciones de defensa de inmigrantes, introdujo hoy al Senado una iniciativa de ley para rescindir la orden ejecutiva del presidente Donald Trump de cumplimiento interno de las leyes migratorias.
Al menos 680 inmigrantes indocumentados han sido detenidos por la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) como parte de la nueva política de “operativos focalizados” contra aquellos que hayan cometido cualquier ofensa criminal, enfrenten una orden de deportación o han ingresado ilegalmente al país.
“Necesitamos honrar nuestra historia como una nación de inmigrantes y buscar reformar nuestro sistema migratorio”, señaló su promotora, la senadora demócrata de Nevada, Catherine Cortez-Masto, al presentar la propuesta en el Capitolio.
La orden ejecutiva de cumplimiento interno del 25 de enero fijó como política del gobierno federal ejecutar las leyes migratorias de Estados Unidos “contra todos los extranjeros sujetos a deportación” y a hacerlo de manera expedita, además de recortar fondos a las llamadas ciudades “santuario”.
Cortez-Masto, la primera mexicano-americana electa al Senado de Estados Unidos, calificó la orden ejecutiva de Trump como “divisiva y racista” y sostuvo que es una amenaza a la seguridad de las familias trabajadoras y de las comunidades del país.
La iniciativa de ley, de sólo un párrafo de extensión, establece que las órdenes ejecutivas de Trump “sean rescindidas y no tengan efecto legal”.
Aunque cuenta con el patrocinio inicial de 20 senadores demócratas, incluido Bernie Sanders, la legislación enfrenta dificultades para ser aprobada en el Congreso de mayoría republicana.
En el Senado, los conservadores retienen 52 escaños contra 48 de los liberales.
Dick Durbin, el senador demócrata de Illinois y copatrocinador de la legislación, coincidió en que la división de las familias migrantes y el recorte de fondos a las comunidades no hará más seguro a Estados Unidos.