Un pequeño niño de 2 años en Inglaterra mostró su indiferencia ante la reina Isabel ll cuando comenzó a realizar una rabieta oponiéndose a entregarle un ramo de flores.
En vez de ser cortés, el niño se sacudió de los brazos de su madre e intentó sentarse en el suelo. Eventualmente, su madre fue capaz de levantar a Alfie y él a regañadientes entregó el ramo a la reina.
Isabel II, de 90 años, no le dio mayor importancia a la travesura y solamente sonrió durante toda la escena.