Mal Clima , Menos Agua y Enfermedades, lo que Deja el Cultivar Aguacate en Exceso.

Destruir los bosques y apostarle sólo al cultivo del aguacate, acarrea mal clima, menos agua y enfermedades, alertó el profesor , José Alonso Herrera Gudiño.
Este docente del Colegio de Bachilleres ha promovido tareas de prevención de incendios, en los cerros de La Charanda, de La Cruz y Jicalán, desde el 2017 y pide que la sociedad se involucre más.
Apoyado únicamente con 100 de sus alumnos del Colegio de Bachilleres de Michoacán (COBAEM), plantel Uruapan; muchachas y muchachos que desean liberar así su servicio social, aportando su trabajo voluntario, el cual podrían enfocar hacia otras tareas, ha estado trabajando en la prevención de incendios forestales.
Aunque dice que no imparte materias sobre el estudio de los ecosistemas, ha hecho junto a sus alumnos mucho por el entorno natural.
Comentó que es una realidad el hecho de que esta ciudad, cuenta con aproximadamente 400 habitantes y que «somos unos 100 o 150 los que andamos haciendo esto. preservar el bosque nos corresponde a todos y nos pega a todos. Lo estamos viendo con el calorón que hace. Este no es nuestro Uruapan».
Agregó que «le siguen apostando todo al aguacate y no estamos viendo que sea lo mejor. Tenemos un mal clima, menos agua y nos estamos enfermando por tantos químicos, que le están metiendo al aguacate y que todos los días los respiramos».

«Se le sigue apostando todo a ese fruto y no considero que sea adecuado; debemos apostarle a nuestros bosques o al menos mantener los que tenemos».
A todos aquellos que deseen apoyar donando, herramientas o víveres no perecederos, los invitó a acercarse al Colegio de Bachilleres, ya sea que se trate de ciudadanos, empresas o instituciones, ya que «mientras más gente ande en esto, es mejor».
Alertó acerca de que «ya inició la temporada de incendios. Siempre va haber gente quemando, porque quieren cambiar el uso del suelo; pero que bueno sería que siempre hubiera gente trabajando».
El entrevistado recordó que durante el 2017 apoyaron trazando brechas en los cerros de La Charanda y de La Cruz, mientras que desde septiembre del 2018 los jóvenes emigraron al cerro de Jicalán.
Consideró que este tipo de «proyectos son reales, necesitan mucho apoyo y mucho seguimiento. Nuestro trabajo es voluntario, pero sí se debería contar con la participación de las autoridades competentes».
Elogió que «los chavos no tienen herramienta, hacen un gran esfuerzo por venir, algunos viven lejísimos » y luego de trepar por la empinada cuesta, al arribar comienzan a trabajar.
Así mismo agradeció los apoyos de David Bárcenas y Paty Silva, quienes donaron herramienta.
Todos los que colaboraron en esta etapa de trabajo recibieron reconocimientos, durante una ceremonia de clausura, que se realizó al pie precisamente, del cerro de Jicalán.