Habitantes del Barrio de San Miguel Dispuestos a Rescatar una de las Casas que Donó el Señor Bernal.

Habitantes del barrio de San Miguel Arcángel están dispuestos a colaborar en lo que se necesite para rescatar una de las casas que donó don Salvador Bernal Munguía, conocido como el benefactor de Uruapan, quien donó dos inmuebles en el centro de la ciudad para que se convirtieran en centros culturales y 17 hectáreas de terreno en donde se localizan las dos partes de la reserva forestal conocida como Parque Bernal.
Así lo dieron a conocer en entrevista, durante una visita que la que esto escribe realizó para conocer el estado de las propiedades que el señor Bernal, como se le conocía, donó al pueblo de Uruapan, a través del Gobierno Municipal.
Cabe mencionar que el estado de las propiedades es lamentable. La que se localiza en el número 80 de la calle Venustiano Carranza luce totalmente abandonada, con la hierba crecida, totalmente descuidada y como los vecinos lo denunciaron con huellas de que al sitio se introducen sujetos a embriagarse y posiblemente a drogarse.
Los que viven alrededor dicen que el sitio es un “nido de ratas, de dos y de cuatro patas”, pero además hay una plaga de alacranes que pone en peligro sobre todo a ancianos y niños.
Por tal motivo, dicen que dado que el barrio carece de áreas verdes o de un centro comunitario y como el señor Bernal quien falleció hace seis meses en la Ciudad de México, dispuso desde el 2007, que ese inmueble fuese una extensión de la Casa de la Cultura, los residentes están dispuestos a rehabilitar la construcción para instalar lo que Bernal Munguía deseaba.
Por otro lado, al visitar la propiedad situada en el número 62 de la misma calle, CDN constató que se trata de una edificación que está a punto del desplome como consecuencia de la falta de mantenimiento.
Alguna vez fue una hermosa casa de adobe, con vigas de madera que sostenían la teja roja de barro, que caracteriza las construcciones de la ciudad, pero ahora luce agrietada y su interior es un peligro, ya que parece que podrían derrumbarse de un momento a otro.
Este sitio se donó para que fuese convertido en una biblioteca e incluso aloja libros y revistas que el señor Bernal también obsequió. Además alberga una pequeña panadería de un familiar del benefactor de Uruapan, que de acuerdo al convenio de donación debe permanecer en ese sitio, aún y cuando esté funcionando la biblioteca que soñó.