La fluoxetina, mejor conocida como Prozac, es un antidepresivo usado para tratar la depresión, ataques de pánico, el trastorno obsesivo compulsivo, trastorno bipolar, trastornos de la conducta alimenticia; entre otros.
Su efecto es el de aumentar el nivel de serotonina, neurotransmisor que se encarga de controlar nuestro estado de ánimo, regular el apetito, favorecer la capacidad cognitiva y controlar la hormona del crecimiento.
Y aunque se le tacha de generar dependencia, los especialistas aseguran que esto no es más que un mito, pues incluso, la fluoxetina es usada para tratar problemas de adicción a ciertas drogas como la cocaína o la marihuana.
Sin embargo, tiene ciertos efectos secundarios que vale la pena conocer:
– Insomnio
– Pérdida de apetito
– Falta de concentración
– Sudoración
-Ansiedad
– Sarpullido
– Inflamación del rostro
– Fiebre
– Mareo
– Dilatación de pupilas
– Dolor de articulaciones
-Disfunción eréctil
– Problemas para respirar
– Pérdida de peso
– Vómito
Aunque los efectos secundarios no son comunes, es importante tomar precauciones, seguir las dosis recomendadas por el médico tratante y, en caso de presentar reacciones adversas, suspender y acudir con el especialista de manera inmediata.
No te automediques y, antes de tomar cualquier fármaco, consulta a tu médico. ¡Cuida tu salud!