Día Internacional del Riñón; Tiempo de Hacer Conciencia

El segundo jueves de cada mes de marzo a partir del año 2006 se estableció por la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y la Federación Internacional de Fundaciones Renales (FIFR), la celebración del Día Internacional del Riñón. Esta fecha se conmemora en más de 150 países, en los que se realizan campañas permanentes para la prevención y detección de enfermedades renales.

Cada año se ha elegido un tema para celebrar actividades específicas enfocadas a la prevención de la enfermedad renal crónica. El tema de éste año es “Enfermedad Renal y Obesidad, una vida sana para tener riñones sanos”, muy adecuado a nuestra sociedad mexicana que ostenta el primer lugar en obesidad infantil y el segundo en obesidad en adultos.

El objetivo principal de este día es crear conciencia sobre la vital importancia de este órgano poco conocido y poco valorado, se habla del impacto de las enfermedades crónicas renales, que actualmente es de las primeras 5 causas de muerte, números alarmantes en verdad, pero más aún es el hecho de vivir en ignorancia de este mal.

Se estima que un 10 % de la población mundial, ¡una cifra superior a los 700 millones de personas! sufre ya de la enfermedad renal crónica, que es la alteración del funcionamiento de los riñones por más de tres meses y la pérdida gradual de sus funciones y que el resto de la población está en riesgo constante, dependiendo de sus hábitos de vida.

Las personas que sufren de esta enfermedad tienen una probabilidad diez veces más alta de morir, que de enfermedades cardiovasculares o de eventos vasculares cerebrales.

Para no ser víctima de este mal, lo mejor es prevenir; es muy importante promover entre los jóvenes los hábitos saludables, como bajar el consumo de sal, tener una dieta que incluya frutas y verduras variadas, no fumar, practicar deportes o realizar actividad física y particularmente no auto medicarse, pues este mal hábito ha llegado a ser una causa principal de la deficiencia en los riñones.

Sin embargo, aquellas personas que ya sufren enfermedad crónica renal, se ven por lo general disminuidas en su calidad de vida considerablemente y de no atenderse correctamente, están condenadas a una muerte dolorosa, afortunadamente los avances científico-tecnológicos permiten transformar esa condición en vidas dignas y relativamente saludables.