Daños ambientales por 14 millones de pesos han provocado incendiarios y talamontes tan solo en la Comunidad Indígena de San Francisco. Esos daños son equivalentes a casi 5 mil metros cúbicos de madera robada.
Esto sin contar con otros actos en agravio del medio ambiente y de la seguridad de las personas, que se han cometido en ejidos y pequeñas propiedades de este municipio.
Así lo dieron a conocer los ejidos de San Andrés Corú; el de Toreo el Alto y su Anexo el Bajo; el ejido de Zirapóndiro, el de Tiamba, la mencionada comunidad y particulares, quienes demandan vigilancia permanente por parte del Ejército Mexicano y la Fiscalía de Atención Especializada a Delitos del Medio Ambiente.
Los afectados piden un retén en Tiamba, ya que aseguran que por ahí ingresa un grupo de gente, que a punta de pistola se ha dedicado a talar los bosques e incendiarlos para cometer cambio ilegal, del uso del suelo.
Pero también este grupo ha vendido predios ajenos, afectado a la flora y fauna de esa zona de este municipio; ha construido un camino para ingresar a terrenos forestales, a fin de devastarlos, priva de su libertad a personas, les demanda cuotas; ha desmantelado redes de agua potable y ahora pretende apoderarse de las redes de abastecimiento.
Los ejidos, comunidades y pequeños propietarios afectados han señalado que esas personas talan e incendian los bosques, por lo que es urgente que elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y de la citada fiscalía, garanticen la integridad física y patrimonial de los núcleos agrarios perjudicados, mediante retenes y vigilancia permanente, pues los daños son incuantificables.
Para dar una idea de la magnitud de los atentados en contra del medio ambiente, los agraviados indicaron que tan sólo en el caso de la Comunidad Indígena del Barrio de San Francisco los daños únicamente en materia de tala se tasan en 14 millones de pesos.