Para 2017 hay más información y más acceso a tratamientos, pero también hay 36.7 millones de personas viviendo con VIH. De ellos, 2.1 millones son niños. A nivel mundial, 19.5 millones de personas han accedido a la terapia antitretroviral. Es decir, alrededor de un 53% han tenido tratamiento. Y aunque las muertes hayan declinado desde 2005 en un 48%, tan solo el año pasado hubo 1,8 millones de infectados nuevos, según información de la OMS. ¿Qué es lo que falta por hacer, existiendo tantas fundaciones y programas dedicados a prevenir y tratar la enfermedad?
Desde los años 80 han existido campañas famosas para prevenir el SIDA. Para este siglo, han sido polémicas (como las de Stigma Project o la fundación AIDES, con superhéroes). También se ha invertido considerablemente para tratar la enfermedad en países de medianos y bajos ingresos: Unos 19.1 billones de dólares, según ONUSIDA. Y aunque ya no existe la tremenda estigmatización y discriminación que los pacientes de la enfermedad sufrían en los años 80 y 90, sigue sin haber acceso equitativo a los tratamientos que hacen que esta ya sea una enfermedad crónica.
La falta de respuesta inmediata, sistemas de salud desiguales y colapsados, y falta de recursos, son algunos de los factores identificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que contribuyen a que el SIDA sea un problema de salud pública, por lo menos en los países del tercer mundo. “Las adolescentes y mujeres del África subsahariana se están infectando a un ritmo dos veces mayor que los adolescentes hombres y jóvenes de la misma edad. Violaciones de derechos humanos, atención dispar. Esto genera dificultad al acceso de servicios críticos para las poblaciones clave”, se explica la OMS en su Proyecto de Estrategia Mundial del Sector de la Salud contra el VIH, 2016–2021, cuyo objetivo es poner fin a la epidemia del Sida como amenaza para la salud pública en 2030.
Aunque desde los años 80 la enfermedad ya es tratable y se han hecho avances en ese campo, existe la creencia generalizada de que existen vacunas o que la enfermedad puede ser prácticamente curada, sobre todo si se ve información no verificada por fundaciones o autoridades médicas en la web, y la educación sexual todavía tiene muchos vacíos de información: según los hallazgos de una encuesta hecha por Centro Estadounidense de Control y Prevención de Enfermedades en 2015 , había una carencia de educación sexual en cuanto a prevención. Y en regiones como América Latina, por cuestiones culturales y religiosas el tema es vedado en algunos sectores. De hecho, allí es donde más se dan los embarazos adolescentes a nivel mundial, a pesar de las campañas y políticas gubernamentales.
“Falta un cambio de mentalidad, en cómo se transmite esa información”, explica el infectólogo de la Universidad de Sao Paulo y Universidad Nacional de Colombia Carlos Pérez. Metro habló con él sobre cuáles son los retos que se tienen ante el SIDA en 2017.
Es tratable, mas no curable. Ahora es una enfermedad que ya no es fatal como en los años anteriores. Existen mejores medicamentos retrovirales que prolongan la cantidad y calidad de vida del paciente. No hay ningún tipo de vacuna por ahora que prevenga el VIH. Esa es información falsa que circula por la web. No hay desarrollos tempranos ni absolutamente nada de eso. Los tratamientos antirretrovirales de hoy requieren que el paciente se tome una o dos tabletas al día, hace 20 años se requerían 20. Hoy no tienen efectos adversos y son muy seguros y también muchos acceden al tratamiento.