Habitantes del fraccionamiento San José Obrero están dispuestos a tomar medidas radicales, ante la intromisión en este conjunto habitacional de personas ebrias que generan desmanes y que al protagonizar arrancones ponen en riesgo a las aproximadamente 200 familias que ahí residen.
Además tienen un severo problema con el alumbrado público, el cual han reportado desde hace semanas a la Dirección correspondiente, en donde les dicen que no hay material.
Informaron que son más de 10 lámparas las que hacen falta en la plaza, en la calle Nicaragua y en otras vialidades del lugar, por lo que han estado solicitando su reparación, pero sin éxito.
Reclamaron por otro lado que continúa el problema de inseguridad derivado de las personas que van a la plaza a ingerir bebidas embriagantes, las cuales son exhortadas a abandonar el lugar cuando llega a pasar la policía, pero que regresan en cuanto los uniformados se retiran.
Señalaron que el problema está a punto de agudizarse, ya que además de menores de edad ingiriendo alcohol en la plaza, los arrancones son una constante en el conjunto habitacional, que los ebrios han escogido para sus desmanes.
Los residentes están preocupados porque dicen que ahora que comiencen las vacaciones escolares será peor, porque estas actividades ilícitas ya no ocurrirán nada más los fines de semana, por la noche, sino a diario, durante las 24 horas.
También les ocasiona molestia que por las noches los que ahí viven no pueden ingresar a sus viviendas, pues los que van al lugar a emborracharse se estacionan en doble fila obstruyendo las vialidades y si los vecinos reclaman “se ponen al brinco y hasta las chiquillas son bien groseras”.
Dijeron finalmente que van a tener que volver a ejercer acciones como las que hicieron en diciembre del 2005, cuando colocaron plumas y cadenas para impedir el ingreso de gente ajena al fraccionamiento.